En América Latina reside casi un millón de personas con ciudadanía española: 345 mil en Argentina, 173 mil en Venezuela, 92 mil en Brasil, 86 mil en México y 75 mil en Cuba (como países principales). La Ley de Memoria Histórica y las ventajas globales de pertenecer a un país de la Unión Europea han potenciado las peticiones de doble nacionalidad entre los descendientes de los antiguos emigrantes. Pero también la crisis económica se está traduciendo en un aumento considerable de nuevos emigrantes y Latinoamérica vuelve a ser uno de los destinos preferentes para los españoles.

La situación de esta comunidad de expatriados es analizada por un reciente artículo de Juan Agulló, investigador del Centro de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de México, publicado en Anuario Iberoamericano (Agencia EFE y Real Instituto Elcano). El autor señala el olvido de la sociedad y la clase política española por esta España invisible. Las políticas dirigidas hacia la ciudadanía en el exterior son muy débiles o casi inexistentes.

En España, por ejemplo, suele ignorarse que el grueso de los expatriados reside en América Latina y no en Europa, como suele tenderse a pensar, como consecuencia de una equivocada –pero recurrente y ya citada– equivalencia entre emigración y expatriación.(…) Tener un millón de nacionales residiendo en América Latina es un lujo con el que a muchos países les gustaría contar. Aunque es cierto que se trata de una comunidad geográfica, social e incluso culturalmente segmentada, sus posibilidades, siempre y cuando se emprendan las iniciativas adecuadas, son inmensas.

Referencia: Agulló, Juan. “La diáspora española en América Latina: Una ciudadanía estratégica”. Anuario Iberoamericano 2012, pp. 62-78. Texto completo

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