Al cumplirse un año del fallecimiento de Mónica Quijada, sus compañeros de la Línea de Estudios Americanos en el Instituto de Historia del CSIC organizaron un seminario al que convocaron a amigos y colaboradores. Muchos de ellos estuvieron allí de forma presencial y otros a través de mensajes, participando en el acto de homenaje a la figura de Mónica y resaltando especialmente sus aportaciones a la historiografía americanista. La sesión se caracterizó por un alto nivel de las intervenciones, aunando la exposición acádemica con el recuerdo personal. El mejor homenaje fue continuar el intercambio intelectual con Mónica, una investigadora siempre inclinada al diálogo y el debate.

La lista de ponentes mostraba el alcance intermacional de las colaboraciones establecidas por Mónica Quijada. Hablaron Jaime E. Rodríguez (Universidad de California, Estados Unidos), Tomás Pérez Vejo (ENAH-INAH, México), Lidia Nacuzzi (CONICET-Universidad de Buenos Aires, Argentina),  Carmen Bernard (I.U. de France- Universidad de París X, Francia) y Mirian Galante (Universidad Autónoma de Madrid). Marta Casáus (UAM, Madrid) no pudo llegar a tiempo, pero envió un texto que fue leído al final del acto.

Las exposiciones destacaron especialmente la renovación historiográfica de las aportaciones de Mónica. Su espíritu hipercrítico se manifestaba en el cuestionamiento de lugares comunes repetidos por los historiadores, los mitos historiográficos e ideas preconcibidas del discurso oficial. Pero esta crítica siempre se establecía enfrentando los clichés con los datos, con profesionalidad y rigor académico. Y en esta línea sus trabajos sirvieron para reivindicar la presencia del hispanismo en los debates internacionales, para recuperar la tradición hispánica en el devenir histórico de conceptos indispensables para el desarrollo de la democracia y la modernidad. En la jornada se hizo un recorrido por muchos de las ideas centrales en este debate historiográfico, conceptos como nación, imperio, ciudadanización, alteridad, raza, indio, territorio o frontera.

Otro de los aspectos que se destacaron en la trayectoria de Mónica fue su forma de entender la figura del historiador, un oficio más que una profesión. Su dedicación a la formación de jóvenes investigadores era una prolongación de la conciencia de la relevancia social del conocimiento humanista. Un rol amplio, pues su forma de entender la Historia se caracterizó por la interdisciplinariedad, desde la antropología a la historia de la ideas y el análisis del discurso, y por entender la academia como un proyecto colectivo. Y como destacó finalmente Mirian Galante, sobre todo una trayectoria marcada por “querer a América Latina” y reivindicar la diginidad del continente dentro de la cultura política occidental.

Más información

Mónica Quijada Mauriño era argentina de nacimiento (Buenos Aires, 1949) y se estableció en Madrid. Era licenciada en Historia por la Universidad Complutense, doctora en Historia de América e investigadora en el Instituto de Historia (CSIC, Madrid). Sus líneas principales de investigación fueron la construcción nacional en contextos multiétnicos y las dinámicas inclusión-exclusión de la diversidad étnica. También realizó numerosos trabajos de investigación dedicados al pensamiento racial.

Se puede consultar parte de su bibliografía en nuestro portal.

Sobre el autor

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